No tenía ni idea de que algo así existiera. Por lo pronto no sé que pensar... es decir, como producto de marketing me parece interesante, y el mensaje que pretende transmitir sobre los peligros posibles de un uso irresponsable de la genética como ciencia a disposición de la explotación del mercado son en cierto modo una ficción futurista bastante plausible. Siempre he pensado que algo como el uso indiscriminado de la genética, puede ser, un paso atrás en el valor que le atribuimos a lo singular y vivo, y en cierto modo, deshumanizante, una concepción que invita a reflexionar sobre el individuo como un pedazo de carne, como un ente sin ser, algo parecido a lo que allá en los años ochenta se baticinaba, ocurriría con los ordenadores. Esa conceptualización de la inteligencia artificial como un esclavo moralmente legítimo del capricho, tal como presentaban a su modo obras maestras del celuloide como Blade Runner o Terminator... esa rebelión de las máquinas, que pasaban a ocupar los estratos más bajos de la sociedad, los nuevos parias y esclavos de un mundo libre bastante hipócrita... ¿Qué sucedería sí a partir de la genética se desarrolaran soldados, sirvientes, o simples juguetes o herramientas sin derechos? Es una vuelta de tuerca a la moral, que se antepone a los usos reales de ésta disciplina que, de facto, fuera de tales especulaciones, sirve a causas tan nobles como es evitar el sufrimiento o la enfermedad. La genética tiene una doble vertiente, es uno de esos lienzos en blanco que nos puede hacer más responsables, o nos puede sumir en la más absoluta obscenidad... a buen seguro, en un posterior desarrollo, cuando sea, sí y sólo sí las sociedades lo permiten, algo más extendido, fuera de un ámbito puramente académico y/o médico, tendrá un poco de todo, por lo pronto, soy firme partidario de un uso responsable de dicha ciencia, porque salva vidas, y me costará que un trozo de carne y circuitería, servido como un producto de consumo (en éste caso una mascota), me haga cambiar de parecer, mientras tanto, tendré que acomodar a mis esquemas mentales tal divagación, porque quizá un día sea algo real... ¿no están clonando ya a las mascotas?